La vida es dura

La casa rodante me sigue dando guerra, después de tantas satisfaciones ahora se está desquitando. La mandé a pintar y resulta que el pintor que quedó sin taller, así es que hubo que moverla al lado de una desarmaduría, pasé varios días nervioso pensando que alguien podía engancharla y llevársela, menos mal que el pintor ya encontró donde colocarla, pero eso me ha tomado toda la tarde, que debí haber pasado durmiendo siesta o haciendo algo más agradable, diablos.

Pero en fin, como conversábamos con un amigo hace un par de días, mientras estemos vivos siempre vamos a tener problemas. Soñamos con el día en que no tengamos ningún problema, sin darnos cuenta que ese día va a llegar justo después de que estiremos la pata, los muertos son los únicos a quienes se les terminan todos los problemas. Al menos eso espero.

Que horrible es el invierno, no se lo doy a nadie, hoy en la mañana había sol que duró hasta después de almuerzo, yo feliz con manga corta pensando en lo delicioso que es vivir en Arica, pero pasados las cinco de la tarde se empieza a nublar, chao sol y yo fuera de la casa, en manga corta y maldiciendo el invierno. Por algo cuento mis años en veranos, solo se vive en verano, el invierno hay que soportarlo, se sobrevive, no se vive.

Así como los viejitos vuelven a ser niños, yo estoy volviendo a una segunda juventud, interesado por la programación y la electrónica, tal como en esos lejanos años en que tenía veintitantos. Le regalé a mi buen amigo don Eliseo Vasquez un transceptor morse que encargué en China, ¡lo malo es que venía desarmado! así es que me tuve que recordar de mis viejos años y empezar a soldar la multitud de pequeñísimos componentes, deben haber pasado más de cuarenta años que no tomaba un cautín ¿ustedes creen que irá a funcionar el maldito aparato? Yo tengo mis dudas, aunque la intención es lo que vale. En todo caso eran cientos de piezas sueltas, llevo algo más de una semana en eso y ahora está así

¿Funcionará? No falta mucho para salir de dudas, yo no estoy nada seguro.

Y con el Raspberry todavía estoy atascado y no he podido prender un maldito LED desde Internet, pese a la ayuda de Diego me sigo pegando cabezasos contra la pared. En mi Blog de Wordpress acabo de subir una nueva entrada con mis problemas, a ver si algún amigo computin le interesa dar un vistazo a lo que estoy haciendo y los problemas que he tenido.

En fin, domingo-fomingo, volví a la casa y me acordé que nos íbamos a juntar con mi amiga Marlene, la Pilar echaba humito por las orejas pero que diablos, donde manda capitán no manda marinero y todos los geniales somos medio distraídos ¿no?. Para pasar las penas me serví un queso de cabra con sabor a limón preparado por mi amiga Mila Bulic en su propia chacra de Codpa, estaba delicioso un queso para gourmets 100% hecho en casa.Queso y vino tinto, la vida es dura y para sufrir nacimos.